Simbolismo
Poetas malditos se llamó a un grupo de escritores simbolistas
que incorporaron el mal como esencia del hombre mismo y lo reflejaron en sus
poesías.
El uso de esta expresión y del término malditismo se
generalizó luego para referirse a cualquier poeta (o a un escritor de otros
géneros o incluso a un artista plástico) que, independientemente de su talento,
es incomprendido por sus contemporáneos y no obtiene el éxito en vida;
especialmente para los que llevan una vida bohemia, rechazan las normas
establecidas (tanto las reglas del arte como los convencionalismos sociales) y
desarrollan un arte libre o provocativo.
La expresión “Poetas malditos” tiene sus orígenes en un libro
de Paul Verlaine llamado “Les poetes maudits”, publicado en 1888.
La obra de Paul Verlaine fue una suerte de homenaje a Arthur
Rimbaud y en él evoca y elogia a seis poetas contemporáneos: Tristan Corbiere,
Stéphane Mallarmé, Marceline Desbordes Valmore, Auguste Villiers de L'Isle-Adam
y Pauvre Lelian.
Características
- Principales características de los poetas malditos:
- Incomprensión social: rechazaban los honores y los valores de la sociedad.
- Textos oscuros: sus textos tiene un alto nivel de codificación.
- Liberales: tendencia a la provocación, la transgresión y el abuso en el consumo de alcohol y drogas.
- Muerte prematura: fallecieron en forma abrupta y temprana.
Los poetas malditos no aceptaban ni la sociedad ni la
realidad que les rodea, y se rebelan contra ella. Se consideraban superiores al
resto de la gente porque eran poetas, decían que tenían mayor sensibilidad. Se
consideraban incomprendidos. Se sentían más cercanos a la belleza. La sociedad
tampoco les admite.
Son rebeldes y lo muestran con su literatura, con su
indumentaria, a veces hasta iban sucios.
Otros eran dandyes: van perfectamente bien vestidos, no
siguen la moda, su ropa está hecha a medida por los mejores modistos y con las
mejores telas, siempre muy llamativos y muy pulcros.
También llaman la atención con su forma de vida: les encanta
escandalizar.
Tienen una forma
de vida totalmente libre, sin horarios. Eran libertinos, juerguistas,
mujeriegos u homosexuales, alcohólicos y drogadictos (no sólo por buscar el
placer, lo hacían para escribir). Quieren llegar a una Belleza Absoluta: no les
gustaba lo que veían, no era la auténtica realidad, y buscan otra. Decían que
se podía llegar a ese mundo a través de la creación poética: llegaban a un
momento de clímax, de creación extrema, y se sentían transportados a otro
mundo. Ese momento se parece a la duermevela. Intentan recordar esos momentos
mediante medios artificiales, como manera de intentar trascender esta realidad.
Perfeccionaban lo escrito al salir del duermevela. Su poesía es de carácter
metafísico, trascendental, porque se supone que a través de ella consiguen ir
más allá de este mundo, y desvelan el misterio de la existencia.
Para ellos la
poesía es como para una persona creyente la figura de Dios.Se valen de la
sugerencia, su poesía no es descriptiva. Quieren sugerir con la palabra. Juegan
con sugerencias, sensaciones (cinco sentidos). No es una poesía fácil. La
descripción es a base de sugerencias. El lector tiene que sugerir también. Van
a valer conceptos como imaginación. Las figuras retóricas más utilizadas son la
metáfora y el símbolo. Se les llama
también arquitectos del lenguaje porque lo cuidan muchísimo. El nombre de
poetas malditos lo creo Verlaine. Editó una antología de poemas de autores
diversos que se ajustaban a las anteriores características. Lo tituló "Los
poetas malditos". Sólo recogió 6 de ellos, y algunos de los que están,
luego no han sido malditos.
Romanticismo
http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/HISTORIA_LITERATURA/LARRA/f_larra_romanticismo_caracteristicas.pdf
Este movimiento literario, que transcurre en la primera mitad del siglo XIX, se originó en Alemania a finales del s. XVIII, de Fernando VII, en 1833, los liberales que estaban exiliados regresaron con las ideas románticas que triunfarían en España.
Este movimiento literario, que transcurre en la primera mitad del siglo XIX, se originó en Alemania a finales del s. XVIII, de Fernando VII, en 1833, los liberales que estaban exiliados regresaron con las ideas románticas que triunfarían en España.
Contra el racionalismo francés del siglo anterior, que sometía al arte a reglas rígidas, el escritor romántico reacciona, expresando sus sentimientos.
AUTORES DEL ROMANTICISMO
CAROLINA CORONADO
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
ROSALÍA DE CASTRO
JOSÉ DE ESPRONCEDA
FRIEDRICH HÖLDERLIN
GOETHE
GEORGE GORDON BYRON
Las características más importantes son:
· Rebelión del individuo contra cualquier norma que la impida expresar sus propios sentimientos.
· Absoluta libertad en política, moral y arte.
· Mantienen una actitud idealista que no corresponde a la realidad que los rodea y los lleva a la rebeldía contra la patria, la sociedad e incluso contra Dios.
· Como consecuencia del enfrentamiento entre su espíritu idealista y la cruda realidad, se produce la desesperación y el desengaño.
· Si en el siglo anterior la verdad era igual a belleza, para el Romanticismo sólo la belleza es la verdad.
Técnicas literarias
Los románticos toman como modelos los más apartados de los clásicos: la literatura medieval, el Romancero, la Biblia, el pasado histórico...
- La poesía
Se revaloriza el romance, surgen nuevas estrofas y los poetas combinan a su gusto versos y estrofas.
Temática del Romanticismo
El autor romántico, al hacer prevalecer los sentimientos sobre la razón, manifiesta libremente sus emociones más íntimas, dando prioridad a la melancolía y a la desesperación. La lírica será su género preferido.
- La naturaleza
Olas gigantes que os rompéis bramando en las playas desiertas y remotas, envuelto entre la sábana de espumas, ¡llevadme con vosotras! Ráfagas de huracán, que arrebatáis del alto bosque las marchitas hojas, arrastrando en el cielo torbellino, ¡llevadme con vosotras! Nubes de tempestad que rompe el rayo y en fuego ornáis las desprendidas orlas, arrebatado entre la niebla oscura, ¡llevadme con vosotras! Llevadme, por piedad, adonde el vértigo con la razón me arranque la memoria... ¡Por piedad!... ¡Tengo miedo de quedarme con mi dolor a solas! Gustavo A. Bécquer |
El romántico considera el paisaje como un elemento muy importante en su obra. Prefiere una naturaleza que conecte con sus sentimientos tumultuosos; por eso buscan paisajes agrestes, noches tormentosas, mar tempestuoso, ambientes nocturnos y sepulcrales, ruinas de castillos medievales... La naturaleza participa de los propios sentimientos del poeta y se convierte en una compañera con la que se comunica.
- Lo lejano y lo exótico
La poderosa imaginación del romántico choca con la realidad circundante. Como consecuencia de este choque, el poeta busca evasión en lo lejano. La Edad Media será fuente de inspiración para el arte y la literatura: renacen las leyendas medievales, los cuentos de hadas... Lo exótico se manifiesta en la atracción que sienten los románticos por la España musulmana y por la mitología nórdica, que sustituye a la mitología grecolatina.
- Resurgimiento de lo popular
La vuelta a una época lejana supone el resurgimiento de la cultura medieval. El Romancero y las leyendas épicas son fuente de inspiración para la poesía y el teatro.
- El amor
Se idealiza el amor hasta el punto de considerar a la mujer como un ser que lleva a Dios. El amor es considerado como un principio divino.
A la par que esa mujer angelical, los románticos también ven a la mujer como un principio de perdición, como una fatalidad que destruye al hombre.
Canto a Teresa (José de Espronceda) ¡Ay!, aquella mujer, tan sólo aquélla, tanto delirio a realizar alcanza, y esa mujer tan cándida y tan bella, es mentida ilusión de la esperanza es el alma que vívida destella su luz al mundo cuando en él se lanza, y el mundo con su magia y galanura es espejo no más de su hermosura. Es el amor que al mismo amor adora, el que creó las sílfides y ondinas, la sacra ninfa que bordando mora debajo de las aguas cristalinas; es el amor que recordando llora las arboledas del Edén divinas, amor de allí arrancado, allí nacido, que busca en vano aquí su bien perdido. ¡Oh llama santa! ¡Celestial anhelo! ¡Sentimiento purísimo! ¡Memoria acaso triste de un perdido cielo, quizá esperanza de futura gloria! ¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo! ¡Oh mujer, que en imagen ilusoria, tan pura, tan feliz, tan placentera, brindó el amor a mi ilusión primera! |
- La libertad
La exaltación de la libertad del hombre frente a cualquier ley humana es un tema frecuente. El romántico siente una fuerte admiración por todos aquellos seres que están fuera de la ley (piratas, bandoleros, vagabundos), a los que considera como verdaderos
símbolos de la libertad.
La canción del pirata José de Espronceda | ||
Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero bergantín; bajel pirata que llaman, por su bravura, el Temido, en todo el mar conocido del uno al otro confín. La luna en el mar ríela, en la lona gime el viento y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y va el capitán pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul; -"Navega velero mío, sin temor, que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza, tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor. Veinte presas hemos hecho a despecho del inglés y han rendido sus pendones cien naciones a mis pies. Que es mi barco mi tesoro que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. Allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra, | que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar bravío, a quien nadie puso leyes. Y no hay playa sea cualquiera, ni bandera de esplendor, que no sienta mi derecho y dé pecho a mi valor. Que es mi barco mi tesoro que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. A la voz de ¡barco viene! es de ver cómo vira y se previene a todo trapo a escapar: que yo soy el rey del mar, y mi furia es de temer. En las presas yo divido lo cogido por igual: sólo quiero por riqueza la belleza sin rival. Que es mi barco mi tesoro que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. ¡Sentenciado estoy a muerte! yo me río; | no me abandone la suerte, y al mismo que me condena, colgaré de alguna antena quizá en su propio navío. Y si caigo, ¿qué es la vida? Por perdida ya la di, cuando el yugo del esclavo como un bravo sacudí. Que es mi barco mi tesoro que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. Son mi música mejor aquilones el estrépito y temblor de los cables sacudidos, del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones. Y del trueno al son violento, y del viento al rebramar, yo me duermo sosegado arrullado por el mar. Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. |
RIMA
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquéllas que el vuelo refrenaban,
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
nadie así te amará.
Gustavo Adolfo Bécquer
Acuérdate de Mí.
George Gordon Byron
Llora en silencio mi alma solitaria,
excepto cuando esté mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.
Es la llama de mi alma cual aurora,
brillando en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna...
ni la muerte la puede mancillar.
¡Acuérdate de mí!... Cerca a mi tumba
no pases, no, sin regalarme tu plegaria;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que has olvidado mi dolor.
Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo
que sobre mi tumba derrames tus lágrimas.
Esta es una versión libre del poema de Lord Byron, Acuérdate de Mí
Esta es una versión libre del poema de Lord Byron, Acuérdate de Mí
Cuestiones
Heinrich Heine
A orillas del mar desierto,
Junto al piélago intranquilo,
Un joven lleno de dudas
Se detiene pensativo,
Y así a las ondas inquietas
Dice con aire sombrío:
-«Explicadme de la vida
El arcano no sabido,
Enigma que tantas frentes
Ardieron por descubrirlo;
Cabezas engalanadas
Con adornos pontificios,
Frentes con mitras hieráticas,
Con turbantes damasquinos,
Con birretes doctorales,
Con pelucas, con postizos
Cabellos, y tantas otras
Cabezas que el escondido
Enigma saber quisieron,
Decidme, yo os lo suplico:
¿Qué es el hombre? ¿de dó viene?
¿Adónde va su camino?
¿Qué habita en el alto cielo
Tras los astros encendidos -»
El mar su canción eterna
Murmura triste y dormido;
Sopla el viento; huyen las nubes;
Los astros en el vacío
Fulguran indiferentes
Con sus resplandores fríos,
Y un demente una respuesta
Espera en tanto intranquilo.
Generación del 27
Modernismo
Se pueden establecer los siguientes rasgos del Modernismo: ¨ Amplia
libertad creadora. ¨ Sentido aristocrático del arte. Rechazo de la vulgaridad.
¨ Perfección formal. ¨ Cosmopolitismo: el poeta es ciudadano del mundo, está
por encima de la realidad cotidiana ¨ Actitud abierta hacia todo lo nuevo.
¨ Correspondencia de las artes (aproximación de la literatura hacia la
pintura, la música, la escultura).
¨ Gusto por los temas exquisitos, pintorescos, decorativos y exóticos.
Se constituyen como temas la mitología, la Grecia antigua, el Oriente, la Edad
Media, etc. ¨ Práctica del impresionismo descriptivo (descripción de las
impresiones que causan las cosas y no las cosas mismas).
¨ Renovación de los recursos expresivos: supresión de vocablos gastados
por el uso; inclusión de vocablos musicales y de uso poco frecuente;
simplificación de la sintaxis; aprovechamiento de las imágenes visuales; etc. ¨
Renovación de la versificación: se le dio flexibilidad al soneto. Se
prefirieron la versificación irregular, el verso libre y la libertad estrófica,
que dio a la silva variedades desconocidas.
Significación del Modernismo:
"Modernismo" es la palabra tomada de los simbolistas y elegida
por Darío para designar la fructífera tendencia.
Se ha dicho que el Modernismo representa la inquietud de una época: el
final del siglo XIX, el cambio histórico que se refleja en el arte, la
religión. Pero el Modernismo literario, más allá de ese contexto cierto,
aportará un cambio definitivo en el manejo expresivo del idioma.
Se ha señalado que el Modernismo concreta el sueño de los escritores
románticos: diseñar un lenguaje típicamente latinoamericano, reconocido por los
mismos españoles. A veces defendido y otras combatido, el Modernismo es la base
sobre la que se desarrollará la literatura hispanoamericana del siglo XIX.
José Martí
Nació en La Habana, Cuba, en 1853. Su vida estuvo signada por la
temprana y constante lucha por la libertad de su patria y los valores morales.
Sufrió castigos y destierros, por lo que vivió en España y viajó a Europa.
Residió temporariamente en países de América latina y se radicó después en USA,
donde continuó su trabajo por la resistencia. Murió combatiendo por su amada
isla, en 1895.
A su vida generosa y heroica suma el mérito de ser uno de los escritores
más grandes del continente. Crea un estilo nuevo e inicia, junto con otros, esa
voluntad de renovación e independencia verbal que es el Modernismo. Su estética
se basa sobre la creencia en un arte bienhechor. El artista debe ser útil a los
hombres. El arte es concebido como un instrumento que puede expresar las
emociones humanas y mejorar la sociedad. Martí escribe porque cree que la
escritura es el mejor puñal. Ese puñal que es su verso deviene en flor: posee
la fuerza de transmitir lo inefable del alma y las aspiraciones y sentimientos
del hombre americano.
Su estilo sencillo: Su escritura es fragmentaria, a causa de su azarosa
existencia. En vida, casi no publicó. Sus obras de crítica aparecieron en
periódicos (La Nación). Martí fue un escritor muy original, pero sin
rebuscamientos ni excentricidad. En toda su prosa las ideas tienen vigor y
dinamismo. Aparece una abundancia de ritmos, reforzada por brillantes
metáforas, riqueza de vocabulario, y diversidad de recursos de estilo. La obra
poética: Sus libros de poesía son: Ismaelillo (dedicado a su hijo, que presenta
imágenes reveladoras de una nueva sensibilidad), Versos sencillos, Versos
libres, Flores del destierro y otros poemas aparecidos en la revista La edad de
oro, que él fundó. La poesía de Martí está llena de gracia y armonía visual y
sonora. En el prólogo a Versos sencillos anuncia: "Amo la sencillez y creo
la necesidad de poner el sentimiento en formas llanas y sencillas".
EL ALMA TRÉMULA Y
SOLA
El alma trémula y sola
Padece al anochecer:
Hay baile; vamos a ver
La bailarina española.
Han hecho bien en quitar
El banderón de la acera;
Porque si está la bandera,
No sé, yo no puedo entrar.
Ya llega la bailarina:
Soberbia y pálida llega;
¿Cómo dicen que es gallega?
Pues dicen mal: es divina.
Lleva un sombrero torero
Y una capa carmesí:
¡Lo mismo que un alelí
Que se pusiera un sombrero!
Se ve, de paso, la ceja,
Ceja de mora traidora:
Y la mirada, de mora:
Y como nieve la oreja.
Preludian, bajan la luz,
Y sale en bata y mantón,
La virgen de la Asunción
Bailando un baile andaluz.
Alza, retando, la frente;
Crúzase al hombro la manta:
En arco el brazo levanta:
Mueve despacio el pie ardiente.
Repica con los tacones
El tablado zalamera,
Como si la tabla fuera
Tablado de corazones.
Y va el convite creciendo
En las llamas de los ojos,
Y el manto de flecos rojos
Se va en el aire meciendo.
Súbito, de un salto arranca:
Húrtase, se quiebra, gira:
Abre en dos la cachemira,
Ofrece la bata blanca.
El cuerpo cede y ondea;
La boca abierta provoca;
Es una rosa la boca;
Lentamente taconea.
Recoge, de un débil giro,
El manto de flecos rojos:
Se va, cerrando los ojos,
Se va, como en un suspiro...
Baila muy bien la española,
Es blanco y rojo el mantón:
¡Vuelve, fosca, a un rincón
El alma trémula y sola!
Padece al anochecer:
Hay baile; vamos a ver
La bailarina española.
Han hecho bien en quitar
El banderón de la acera;
Porque si está la bandera,
No sé, yo no puedo entrar.
Ya llega la bailarina:
Soberbia y pálida llega;
¿Cómo dicen que es gallega?
Pues dicen mal: es divina.
Lleva un sombrero torero
Y una capa carmesí:
¡Lo mismo que un alelí
Que se pusiera un sombrero!
Se ve, de paso, la ceja,
Ceja de mora traidora:
Y la mirada, de mora:
Y como nieve la oreja.
Preludian, bajan la luz,
Y sale en bata y mantón,
La virgen de la Asunción
Bailando un baile andaluz.
Alza, retando, la frente;
Crúzase al hombro la manta:
En arco el brazo levanta:
Mueve despacio el pie ardiente.
Repica con los tacones
El tablado zalamera,
Como si la tabla fuera
Tablado de corazones.
Y va el convite creciendo
En las llamas de los ojos,
Y el manto de flecos rojos
Se va en el aire meciendo.
Súbito, de un salto arranca:
Húrtase, se quiebra, gira:
Abre en dos la cachemira,
Ofrece la bata blanca.
El cuerpo cede y ondea;
La boca abierta provoca;
Es una rosa la boca;
Lentamente taconea.
Recoge, de un débil giro,
El manto de flecos rojos:
Se va, cerrando los ojos,
Se va, como en un suspiro...
Baila muy bien la española,
Es blanco y rojo el mantón:
¡Vuelve, fosca, a un rincón
El alma trémula y sola!
POEMAS DEL
MODERNISMO
SONATINA Rubén Darío
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se
escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la
risa, que ha perdido el color.
La princesa está
pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado
de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada
se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña
dice cosas banales,
y, vestido de rojo,
piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la
princesa no siente;
la princesa persigue
por el cielo de Oriente
la libélula vaga de
una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha
detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la
dulzura de luz?
¿O en el rey de las
Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es
soberano de los claros diamantes,
o en el dueño
orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina,
quiere ser mariposa,
tener alas ligeras,
bajo el cielo volar,
ir al sol por la
escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios
con los versos de mayo,
o perderse en el
viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón
encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes
en el lago de azur.
Y están tristes las
flores por la flor de la corte;
los jazmines de
Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las
dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus
oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol
del palacio real,
el palacio soberbio
que vigilan los guardas,
que custodian cien
negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no
duerme y un dragón colosal.
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está
triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de
oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la
tierra donde un príncipe existe
(La princesa está
pálida. La princesa está triste)
más brillante que el
alba, más hermoso que abril!
-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas,
hacia acá se encamina,
en el cinto la espada
y en la mano el azor,
el feliz caballero que
te adora sin verte,
y que llega de lejos,
vencedor de la Muerte,
a encenderte los
labios con su beso de amor!
EN PAZ
Amado Nervo
Muy cerca de mi ocaso,
yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Poema Mudanza de
Salvador Diaz Mirón
Ayer, el cielo azul,
la mar en calma
y el sol ignipotente y cremesino,
y muchas ilusiones en mi alma
y flores por doquier en mi camino.
Mi vida toda júbilos y encantos,
mi pecho rebosando de pureza,
mi carmen pleno de perfume y cantos
y muy lejos, muy lejos, la tristeza.
Ayer, la inspiración rica y galana
llenando mi cerebro de fulgores;
y tú, sonriente y dulce en tu ventana,
hablándome de dichas y de amores.
Ayer, cuanto era luz y poesía,
las albas puras y las tardes bellas
henchidas de sutil melancolía,
y las noches pletóricas de estrellas…
Y hoy… la sombra y el ansia y el desierto,
perdida la esperanza, y la creencia,
y el amor en tu espíritu ya muerto,
y sembrada de espinas la existencia.
y el sol ignipotente y cremesino,
y muchas ilusiones en mi alma
y flores por doquier en mi camino.
Mi vida toda júbilos y encantos,
mi pecho rebosando de pureza,
mi carmen pleno de perfume y cantos
y muy lejos, muy lejos, la tristeza.
Ayer, la inspiración rica y galana
llenando mi cerebro de fulgores;
y tú, sonriente y dulce en tu ventana,
hablándome de dichas y de amores.
Ayer, cuanto era luz y poesía,
las albas puras y las tardes bellas
henchidas de sutil melancolía,
y las noches pletóricas de estrellas…
Y hoy… la sombra y el ansia y el desierto,
perdida la esperanza, y la creencia,
y el amor en tu espíritu ya muerto,
y sembrada de espinas la existencia.
Para entonces
Manuel Gutiérrez
Nájera
Quiero morir cuando
decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz triste retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira;
algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: «Soy tuya»,
aunque sepamos bien que nos traiciona.
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz triste retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira;
algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: «Soy tuya»,
aunque sepamos bien que nos traiciona.
Poema Mudanza de
Salvador Díaz Mirón
Ayer, el cielo azul,
la mar en calma
y el sol ignipotente y cremesino,
y muchas ilusiones en mi alma
y flores por doquier en mi camino.
Mi vida toda júbilos y encantos,
mi pecho rebosando de pureza,
mi carmen pleno de perfume y cantos
y muy lejos, muy lejos, la tristeza.
Ayer, la inspiración rica y galana
llenando mi cerebro de fulgores;
y tú, sonriente y dulce en tu ventana,
hablándome de dichas y de amores.
Ayer, cuanto era luz y poesía,
las albas puras y las tardes bellas
henchidas de sutil melancolía,
y las noches pletóricas de estrellas…
Y hoy… la sombra y el ansia y el desierto,
perdida la esperanza, y la creencia,
y el amor en tu espíritu ya muerto,
y sembrada de espinas la existencia.
y el sol ignipotente y cremesino,
y muchas ilusiones en mi alma
y flores por doquier en mi camino.
Mi vida toda júbilos y encantos,
mi pecho rebosando de pureza,
mi carmen pleno de perfume y cantos
y muy lejos, muy lejos, la tristeza.
Ayer, la inspiración rica y galana
llenando mi cerebro de fulgores;
y tú, sonriente y dulce en tu ventana,
hablándome de dichas y de amores.
Ayer, cuanto era luz y poesía,
las albas puras y las tardes bellas
henchidas de sutil melancolía,
y las noches pletóricas de estrellas…
Y hoy… la sombra y el ansia y el desierto,
perdida la esperanza, y la creencia,
y el amor en tu espíritu ya muerto,
y sembrada de espinas la existencia.
Cautiva
Cautiva que entre
cerrojos,
frente a la
angosta ventana
dejas espaciar
los ojos
por la campiña
lejana,
¿de qué te sirve
tener
en el pecho un
ansia viva,
si eres libre
para ver,
y para volar
cautiva?
Siento mayor la
amargura
de tu mal cuando
te veo
con las alas en
tortura
y en libertad el
deseo.
Preso el pie y el
alma alerta...
¡Qué morir frente
a la vida!
¿Para qué ventana
abierta
si no hay puerta
de salida?
Alma cautiva y
hermana
que en la campiña
lejana
dejas espaciar
los ojos,
¡que te quiten
los cerrojos
o te cierren la
ventana!
Enrique González
Martínez
Renacimiento
Autores, Obras y Características
La literatura del Renacimiento nació entre los siglos XIV y
XV, luego del declive de la Edad Media y sus cánones, y a raíz del cambio de
mentalidad que supuso el descubrimiento de América.
La literatura que comenzó a desarrollarse en ese tiempo
podría considerarse como una antesala a la novela.
Mientras que en Italia esa corriente se inició en el siglo
XIV, el Renacimiento inglés y el Renacimiento en Escocia comenzaron a finales
del siglo XV.
Los escritores renacentistas se esmeran por expresar la
belleza de nuevas y distintas formas.
A tal fin encuentran formatos novedosos, como los sonetos,
la poesía lírica, la estrofa spenseriana, la prosa y el ensayo. Estos autores
pretendían cambiar la realidad con su arte.
El amor, la naturaleza, la sexualidad y la mitología se
convierten en temas recurrentes de la literatura renacentista.
La literatura y la poesía del Renacimiento recibieron una
fuerte influencia de los aires progresistas que soplaban en los campos de la
ciencia y la filosofía.
La contienda intelectual entre las nuevas dudas y certezas
que afloraban, otorgaron una intensidad sin igual a la literatura de esa época.
Contexto histórico de
la literatura renacentista
Hablar de la literatura renacentista exige aclarar lo que es
el Renacimiento mismo. Se trató de un movimiento surgido en Italia, que luego
se extendió a Inglaterra y al resto de Europa.
Se caracterizó por una fuerte presencia de las ideas
humanistas y las relacionadas con el derecho que los dioses concedían a los
reyes para gobernar a los pueblos.
La mentalidad de las personas de esa época tendía a la
curiosidad. La gente se interesó por la investigación y la ciencia.
No en vano fue en ese período que surgieron la imprenta, el
telescopio, la brújula y la reforma protestante dentro de la Iglesia católica.
De igual modo hubo avances en las matemáticas y la
geometría. Se comprueba que el Sol es el centro del sistema planetario (teoría
heliocéntrica).
En el panorama ideológico de entonces primaban la búsqueda
de los placeres de los sentidos y un sentido crítico y racional de la realidad.
Entonces, muchos escritores solo reflejaban el espíritu
curioso que imperaba en todo el mundo.
Además, la llegada de la imprenta permitió aumentar los
niveles de alfabetización de la gente, lo que se traducía en más lectores y
mayor demanda de literatura.
En este momento fueron los escritores ingleses quienes
coparon la escena con su poesía y su drama.
Una palabra que puede resumir en cierta forma lo que
significó el Renacimiento en el mundo puede ser antropocentrismo.
El ser humano fue la medida y centro de todas las cosas. Se
superaba así el teocentrismo dominante durante la Edad Media.
En cuanto al ambiente político, surge la figura de las
ciudades-estado como eje central de los poderes.
Se trató entonces de un movimiento que incidió en las artes,
en las ciencias y en la política.
No obstante, el Renacimiento se experimentó en las
sociedades predominantemente católicas de un modo distinto a como se
experimentó en las sociedades mayoritariamente protestantes.
Características de la
literatura del Renacimiento
Algunas de las características generales de la literatura
desarrollada durante el Renacimiento son:
- Visión antropocéntrica y universal.
- Aparición de temas extranjeros.
- Sencillez, claridad y naturalidad expresivas.
- Inclusión de los versos endecasílabos y alejandrinos.
- Resurgimiento de los mitos grecolatinos y la virtuosidad de sus héroes.
- Idealización del amor (amor platónico y/o melancólico).
- Se reduce la función moralizante del drama.
- Idealización de la mujer.
- Descripción de la naturaleza como símbolo de la perfección divina.
- Uso estético de los mitos y leyendas grecolatinos.
- La prosa se convierte en un modo de expresar las opiniones.
- Carpe diem (aprovecha el momento) es otro de los tópicos literarios más populares.
- Locus amoenus (lugar placentero) es otro término en latín que se hace importante en la literatura.
- Introducción de la figura del enunciador, que representa la voz poética.
Autores destacados
Dante Alighieri (1265 – 1321)
Ludovico Ariosto (1474 – 1533)
Torquato Tasso (1544 – 1595)
Edmund Spencer (1552- 1599)
Baltasar Castiglione (1478 – 1529)
Lorenzo Valla (1407 – 1457)
Angelo Poliziano (1454 – 1494)
Lorenzo de Médicis (1449 – 1492)
Jacopo Sannazzaro (1456 – 1530)
Nicolás Maquiavelo (1469 – 1527)
François Rabelais (1494 – 1553)
Pierre de Ronsard (1524 – 1585)
Joachim du Bellay (1522 – 1560)
Theodore d’Aubigné (1552 – 1630)
Michel de Montaigne (1533 – 1592)
Francisco Sá de Miranda (1481 – 1558)
Luis de Camõens (1524 – 1580)
Martín Lutero (1483 – 1546)
Thomas
Wyatt (1503 – 42)
Henry
Howard (1517 – 1547)
Philip
Sidney (1554 -1586)
Miguel de
Cervantes Saavedra (1547 – 1616)
William
Shakespeare (1564 – 1616)
Jean-Baptiste Poquelin, conocido como Molière (1622 – 1673)
Christopher
Marlowe (1564 – 1593)
Ben Jonson
(1572 – 1637)
Erasmo de
Rotterdam (1466 – 1536)
Michel de
Montaigne (1533 – 1592)
John Milton
(1608 – 1674)
Cristine de Pizan (1362 – 1430)
Leonardo Bruni (1370 – 1444)
Juan Boscán:
Juan Boscán fue una de las figuras más importantes de la
poesía renacentista española. Este poeta y traductor catalán escribió el primer
poema del Siglo de Oro español que trataba sobre el tema de la mitología.
Además, Boscán fue el primer bardo en el país en componer versos a la manera
del lírico italiano Petrarca.
Sus sucesores en el siglo XVI incluyeron a algunas de las
más brillantes e inspiradas mentes líricas de España. Su arte aparece en España
luego de un período de estancamiento de las Bellas Letras. Durante la mayor
parte de ese período, la creciente pompa y formalidad de la corte hizo que la
poesía fuese también artificial e insincera.
Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega
Luego de varias generaciones de jóvenes españoles educados
en universidades italianas, comenzó un proceso de refinamiento cultural. Juan
Boscán recibió esa influencia y la proyectó en su obra. Desde el comienzo de su
vida literaria, Boscán tuvo su inspiración en el poeta catalán, Auzasa Mark.
Tuvo también mucho apoyo de los discípulos de este: Diego
Hurtado de Mendoza y Garcilaso de la Vega. Al introducir el verso endecasílabo
(estructura netamente italiana), Juan Boscán enriqueció la poesía española con
sus composiciones, obteniendo de esa manera la riqueza de los temas literarios
italianos incorporada a la poesía.
La ausencia.
Juan Boscán (La fecha del
nacimiento de este ilustre catalán no se conoce con exactitud. entre los años 1487 y 1492. Barcelona alrededor del año 1542)
Quien dice
que la ausencia causa olvido
merece ser de
todos olvidado.
El verdadero
y firme enamorado
está, cuando
está ausente, más perdido.
Aviva la
memoria su sentido;
la soledad
levanta su cuidado;
hallarse de
su bien tan apartado
hace su
desear más encendido.
No sanan las
heridas en él dadas,
aunque cese
el mirar que las causó,
si quedan en
el alma confirmadas.
Que si uno
está con muchas cuchilladas,
porque huya
de quien lo acuchilló,
no por eso
serán mejor curadas.